No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas - Laura Norton

Título en español: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas
Título original: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas
Autor: Laura Norton
Editorial: ESPASA NARRATIVA
Año de publicación: 2014
Género: Narrativa
Nº de páginas: 351
Precio: 18,90€
ISBN: 9788467041583
Sinopsis: Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título.
¿Te gustaría decírselo a alguien?
¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo?
Y lo más importante:
¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara?
Pues esta es tu novela.
Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos... Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver... Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.

Este libro me llamó la atención principalmente por su título, y es que no me digáis que no llama la atención. Cuando leí la sinopsis me llamó la atención así que dije ¿por qué no?

Veamos. Sara es nuestra protagonista, después de haber estudiado Química se da cuenta de que lo que ella realmente quiere hacer es dedicarse a las plumas. Quiere ser plumista (si, si, va en serio). Sara consigue hacer un trato con su padre (el cual no está muy contento con la idea de que su hija sea plumista) para que le alquile el taller de su abuela. Además de tener que mantener en flote el negocio de las plumas tiene que aguantar que su novio, Roberto, lleve un año en París y no pueda estar con él. El caso es que un día su novio le dice que va a Madrid ya que le tiene que contar una cosa y Sara ilusionada piensa prepararlo todo para recibirlo. Entonces aparecen los problemas. La madre de Sara tiene una aventura con otro hombre, lo que hace que el padre se vaya a vivir con
ella. Encima su hermana Lu, una modelo que arrasa por donde pasa, decide que con veinte años se quiere casar y discute con su madre. Total, que también acaba en la casa de Sara, tanto Lu como su prometido que por lo visto es el chico del que Sara estuvo locamente enamorada de pequeña.

La verdad es que este libro al principio se me hacía entretenido pero pesado. Es un poco difícil de expresar. Mientras lo leía me entretenía y muchas cosas incluso me hacían gracia pero en cuanto terminaba el capítulo no sentía ni la más mínima atracción a seguir leyendo.

Los personajes me han parecido muy bien elaborados. Entre mis personajes favoritos se encuentran David (amigo de Sara), Inma (amiga de Sara), Roberto (novio de Sara) y Eric (amigo de Roberto) y como no, nuestra protagonista.

La narración en primera persona de Laura Norton ni me agradaba ni me desagradaba. Tenía momentos más ligeros y momentos algo más pesados pero sin llegar a los extremos.

Respecto a la historia es muy original, me ha gustado la historia de principio a final y ha conseguido arrancarme muchas sonrisas, no solo por las cosas que ocurren en la trama sino también por los diálogos, por la forma de hablar de cada personaje.

Este libro me ha gustado, aunque tampoco me ha parecido un libro muy muy bueno.

Eso sí, me ha dejado buen sabor de boca.

Ahora llegó el momento de saber qué nota le pongo a este libro
*Redoble de tambores*

Para echarte unas risas

―Lo único bueno de aquella época fue conocer a tu padre―reconoció ella.

―Y cazarlo y no volver a dar palo al agua ―remató Lu.

― ¿A que te ganas un sopapo?

―Uy, uy, cuánta violencia ―dijo Lu, y me miró―. Lo que has conseguido en un momentito. 

- Laura Norton, No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas